martes, 20 de mayo de 1980

Fallecimiento y entierro de Antonio Guardiola

Antonio Guardiola entra en la vida de Nieves como padrastro, conviven en Alicante unos años y se trasladan a Rusia, para salvar sus vidas de los insurgentes, en los últimos días de la Guerra Civil.
Al final de la vida de Guardiola, padeciendo ya una enfermedad terminal, decide reunirse con Nieves nuevamente en Avilés, Asturias, para pasar en paz y tranquiillidad los últimos meses de su dilatada, azarosa y plena vida. En ese periodo recibió algunas visitas que él agradecía y consideraba relevantes, de Gerardo, de Inguanzo, etc.




Sigue enterrado en el cementerio avilesino de La Carriona